Me pregunto si es posible narrar una historia que no sea la de otro. La de un otro real o ficticio. Aunque uno nunca sabe a qué se refiere con eso de "real" o con eso de "ficticio". Es que acaso, ¿se puede decir la verdad?

Incluso la más sincera búsqueda por recordar supone un artificio. Pues no otra cosa es convocar la memoria de los actos pasados y darles un orden y darles voz.

Me pregunto, entonces, si es posible narrar una historia que no sea la de un otro. Si volver sobre lo vivido no es regresar a actos ajenos y con un discurso impropio. El recuerdo, entonces, como una réplica que no puede ser sino copia, mas nunca exacta.

Me pregunto también si, en tanto réplica, los recuerdos nos permiten repetir de manera atenuada nuestras experiencias. Si esa reconstrucción nos permite volver, por un ratito, a estar ahí.

Me pregunto cuánto más difícil es formular la experiencia de las cosas que no se han vivido. El pasado común que, sin lugar a dudas, nos es ajeno.

Todas estas cosas me pregunto porque volví a releer este libro, ¿dije volver? ¿acaso es posible volver?

Alejandro Zambra, Formas de volver a casa. Anagrama, 2014, 168. Precio: $850.-