Desde la publicación web de His face all red en 2010, Emily Carroll se convirtió en una exponente del terror. Sus narraciones gráficas se nutren de los cuentos folklóricos, a los que añade una buena cuota de suspenso. Todo lo familiar se torna siniestro en sus relatos.

En estos días leí dos de sus libros: Through the Woods, una antología de siete historias breves; y When I arrived at the castle, un solo relato algo más extenso.

Through the Woods juega con los relatos de transmisión oral y el miedo a lo nocturno, a lo que acecha en los bosques. En general, se lo puede pensar como hijo de la tradición folklórica, pero no de la versión maravillosa que nos llegó a nosotros, sino de aquella donde lo familiar se torna espantoso. Mi favorito es el último del libro: breve, preciso y, sobre todo, aterrador.


En When I arrived at the castle, el argumento parece ser muy sencillo: una chica llega a un castillo para matar a la condesa que lo habita. Pero las historias de Emily Carroll no son tan simples ni tan lineales. En esta obra nos introduce en una trama inquietante y enigmática, y nos sumerge en un ambiente gótico que, por momentos, nos recuerda al de Carmilla, de Sheridan Le Fanu, pues aparece aquí lo vampiresco asociado a lo erótico y lo lésbico. A pesar de su brevedad, 72 páginas, no es un libro sencillo y nos invita a leerlo y releerlo varias veces.

Como objetos son hermosos y, aunque no sé si se consiguen en librerías locales, fueron traducidos por Roca Libros.

Emily Carroll, Through the woods. Margaret K. McElderry Books, 2014, 208 páginas.

——————, When I arrived at the castle. Koyama Press, 2019, 72 páginas.